Prende una veladora al inicio de la Cuaresma
«Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.» – Génesis 18:27. (más…)
«Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza.» – Génesis 18:27. (más…)
Este momento de celebración tiene su origen en las culturas europeas más antiguas. Llegó a México hace cientos de años para quedarse. Aunque durante un tiempo fue prohibida y perseguida, esta impresionante y magnífica tradición pervivió sobre todo en los pequeños pueblos alrededor de las grandes ciudades. En esta fiesta internacional, las calles se llenan de vida y podemos disfrutar de alegres cuadrillas de charros enmascarados y desfiles de radiantes carrozas entre otros, todo ello acompañado de las alegres melodías de las bandas y orquestas de cada región. El Carnaval de Veracruz, «el más alegre del mundo», es uno de los más populares. Las costumbres más típicas son la Quema del Mal Humor, en la que se prende fuego a una escultura que representa todo lo malo que ha pasado ese año, y la interpretación del danzón folclórico, que llenan las calles de la ciudad de colores y música. (más…)
Pertenezco a una generación que aún utilizaba las velas para iluminar su vida. Es cierto que ya había electricidad, pero demasiadas veces, el suministro fallaba, se cortaba o era tan pobre y débil que la luz eléctrica funcionaba cuando y como quería. Y si no quería, no había más remedio que acudir a las típicas velas para poder ver, para iluminarlo todo, iluminar el mundo, para no estar en la oscuridad. Hubo un tiempo en el que las velas eran la única fuente de iluminación en los locales, las casas y todas las estancias con techo. Todo se iluminaba con velas, velas que se ponían y sujetaban en candelabros, apliques, palmatorias, lámparas, lamparillas y otros objetos diseñados y pensados específicamente para no tener que sujetar las velas con las manos, lo que no era ni práctico ni recomendable, porque podías terminar quemándote con la cera que se iba derritiendo según se consumía la vela. Era una época donde las velas eran la luz que iluminaba el mundo.
Elegancia y calidez a ese lugar o momento tan especial. (más…)
«No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte: tampoco se enciende una vela para meterla debajo de un celemín, sino para ponerla en un candelero, y que alumbre a todos los de la casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»
Mateo: 5, 13-16 (más…)